3. Principios de aerodinámica

3.2. Navegando de Bolina

El concepto está asociado a los cabos de las balumas[1], cuando se navega a barlovento.[2] En otras velas, es el cabo que tira la relinga[3] de barlovento hacia sotavento,[4] para ceñir el viento, y que éste entre en la vela sin flamear.
 

Navegar de ceñida, de bolina, o barloventear significa dirigirse a barlovento en el menor ángulo posible contra el viento. El barco de vela se desplaza en zigzag contra vientos no favorables, cambiando de amura[5] según las circunstancias, lo que implica constantes viradas por avante, en otras palabras, dando bordadas para mantener el rumbo.

El fenómeno que permite el movimiento de un cuerpo sumergido en un fluido se fundamenta en las aplicaciones de los principios de Bernoulli.[6]

El flujo de aire que circula por la vela ocasiona una diferencia de presiones. La curvidad de la vela incide en los vectores del aire por sotavento de la vela, que circula con menor velocidad que la parte cóncava, aquí habrá menor presión, esto ocasiona una fuerza de aspiración perpendicular a la acción del viento, lo que hace avanzar la embarcación.

El tipo de barco, jarcias de labor y muerta, así como la combinación de velas, influyen en el rendimiento en la ceñida.  

En la navegación de bolina, cuanto mayor sea el ángulo y la fuerza con que el viento hiere las velas, la deriva será mayor.

Ceñir el viento implica el concurso de momentos de vectores distintos.

La navegación de bolina tiene varias acepciones: a bolina ancha, a bolina abierta, a bolina desahogada, a bolina de golfo, a bolina franca, a bolina larga, navegar a la relinga. [7]  

La acción del viento sobre la vela se representa por el vector AB de la figura (II). Éste se descompone en AC y CB. La fuerza CB se desplaza a lo largo de la vela sin ejercer efecto. La presión AC se convierte en las fuerzas AD y AC. La fuerza AD hace avanza el buque. La fuerza CD, es la que produce el abatimiento, [8] un fenómeno, cuyos problemas derivados, tardaron en ser resueltos. [9]

    Figura II.  Física de la navegación de bolina


Los cálculos sobre la presión de la fuerza eólica, los efectos vectoriales sobre el decaimiento, o  abatimiento, la escora, [10] la orzada[11] en razón del ángulo de incidencia, fueron desarrollados en el siglo XVIII de la mano de Juan Bernoulli (Nueva Teórica de las maniobras de navíos, Hidrodinámica), M. Bouguer ( Traité du navire), y Jorge Juan y Santicilia (Exámen Marítimo), entre otros. Complicados cálculos geométricos permitieron una aproximación a resultados satisfactorios.

Estos científicos determinaron que en el desplazamiento, la nave de madera sufría de momentos, resistencias horizontales y verticales (arzada y quebranto) en varias direcciones según los ejes de incidencia y de rotación. En los momentos horizontales, uno de ellos va de popa a proa, conocido como aguante de la vela, el otro momento, que es perpendicular a la horizontal popa - proa, es la resistencia lateral. El grueso de la tablazón, el calado, los momentos de la quilla, la roda, el codaste, timón y tajamar, son considerados en los cálculos. [12]

El metacentro es considerado para saber el grado de escora o inclinación, por lo tanto, de la estabilidad de la nave, por el efecto vectorial del viento.   

Cuanto más bajo es el centro de gravedad, habrá mejor aprovechamiento, mayor estabilidad, menor quebranto y arzada, pero incidirá desfavorablemente en el balance.


[1] Caída de popa en las velas latinas y trapezoidales.

[2] De donde viene el viento.

[3] Vaina o lugar donde el paño de la vela que une al cabo o driza de labor.

[4] Hacia donde se dirige el viento.

[5] Los ángulos que forman la proa, entonces, tenemos amura de babor, y amura de estribor.

[6] Principio relacionado con la dinámica de los fluidos, expuesta por Bernouilli  en 1736.

[7]Enciclopedia General del Mar. Madrid, Ediciones Garriga, 1958, T. IV, pp. 820.

[8] Caer a sotavento a una posición deventajosa, saliéndose de la ruta.

[9]Enciclopedia General del Mar...,T. VI, pp. 754-755.

[10] Ángulo en que cae el buque por acción del viento.

[11]Dar al timón la posición necesaria para que la proa pase de sotavento a barlovento.

[12]Jorge Juan y Santicilia, Examen marítimo teórico práctico, o tratado de mecánica, aplicado a la construcción, conocimiento y manejo de los navíos y demás embarcaciones. Madrid, Imprenta de Francisco Manuel de Mena, 1751. T. II, pp. 186-208.