LA CODICIA Y EL DESPOJO DE LA GUAYANA ESEQUIBA: lógica de primer orden en el contexto del imperialismo parasitario
LA CODICIA Y EL DESPOJO DE LA GUAYANA ESEQUIBA
Lógica de primer orden en el
contexto del imperialismo parasitario
Por: Jairo Bracho Palma
3. El utilitarismo y la doble moral
3.3. Medidas del gobierno venezolano
A todo evento, se habían tomado algunas medidas para
frenar el avance inglés. Los de índole político administrativo, han sido comentadas
en anteriores artículos.
Entre 1870 y 1881, el gobierno creó un clima de
confianza como lo entienden los mercados: ridículos impuestos a las
actividades, máximas ganancias, mínimas para el país origen de la riqueza,
además de todas las ventajas posibles en cuanto a transporte y seguridad.
En 1850, el gobernador de Guayana, capitán de navío José
Tomás Machado, había creado la oficina recaudadora en Tupuquén, para cobrar el
impuesto de 1/5 de lo producido en las minas. Luego de la Guerra Federal, el
impuesto cobrado a las compañías mineras era del 10% sobre las ganancias netas,
y la importación de maquinaria, libre de carga impositiva.
Luego de 1870, el impuesto fue sustituido por un canon
anual, además que se realizaron importantes mejoras en la comunicación de las
minas con el puerto de Las Tablas, lo que atrajo una avalancha de inversiones.
Tan feliz convivencia terminaría en 1886. Guzmán Blanco
impondría a la compañía El Callao, la obligación de aportar el oro necesario
para la acuñación en la recién creada Casa de la Moneda.
El embargo de las remesas de oro de las minas del Callao
y de la Unión en diciembre de ese año, para los mismos fines, ocasionaron trastornos
a la casa comercial Baring Brothers,
y una caída de la cotización en la bolsa de valores.
Las noticias y el sensacionalismo fueron las
consecuencias inmediatas.
La creación de la Casa de la Moneda en Venezuela, el 16
de octubre de 1886, produjo una gran inquietud entre las casas matrices de
Londres, pues aquello significaba que nuestro país podría acuñar monedas de
oro, crear reservas, y eventualmente, deshacerse de los contratos con la mayor
parte de las empresas foráneas.
La acuñación tuvo una efímera vida, no profundizaremos
en las razones, por las que fue eliminada la Casa de la Moneda en 1889.
La disminución violenta de las ganancias accionarias,
por una baja pronunciada en la extracción en 1888, produjo una enorme conmoción
en los mercados.

